- El poder de la red: “Los spots para Internet están funcionando desde hace dos meses y muy bien. Es genial lo de la red: con tal de no firmarlos o de que vayan a nombre de las juventudes del partido, puedes colgar videos saltándote la normativa electoral. De hecho, según un estimado colega, Internet nos va a hacer aún más millonarios, porque las campañas en la Red son ya permanentes, duran todo el año, como las de Navidad”
- Repetir infinitamente el mensaje: “Todo se basa en repetir lo mismo hasta la saciedad, hasta que el eslogan se quede adherido a la piel del público como un secante.. (…) En las dos semanas que dura una campaña, todo debe ser campaña: un perro, un tren, un tomate; todo se convierte en elemento simbólico de campaña, le importe o no al perro o al tomate. Cada conversación, cada chiste, cada encuesta debe formar parte del gran guión de la campaña. (…) En las campañas electorales aún se juega como en las guerras de antes: no hay bombardeos de precisión, sino simples ataques de saturación, sobre todo al principio.”
- El mitin: “¿Para qué sirve un mitin? Por sí mismo, para nada. Pero da mucho de sí en otras cuestiones. Una de ellas es que sirve para que los segundones del partido puedan subir al escenario a fotografiarse junto al jefe cuando acaba el speech. De esa manera, se podrán pavonear toda la vida cuando tengan visitas en casa y les pregunten por esa foto que tienen encima de la mesa camilla. Otra de las ventajas del mitin es, desde luego, la televisión. Es un tema de costes. Un spot sólo lo pasan en los horarios pactados y únicamente en los canales públicos (al menos en Europa); en cambio, un mitin sale en los noticieros y en todas las cadenas de televisión y radio. El mitin también rinde bien en la tele, porque el candidato queda enmarcado por gente de verdad, no por figurantes de spot. Claro que, “de verdad” no hay nada en política. La gente que aparece detrás del jefe cuando habla a la galería está completamente estenografiada: Fijaos bien la próxima vez que veáis un mitin en la tele. Siempre hay gente joven que no para de asentir con la cabeza. Y nunca falta un negro. No siempre veréis chicas guapas, como en los concursos de la tele —el espectador podría pensar que se trata de un grupo de pijos— sino que son chicos y chicas con cara de empollones como si estuvieran a punto de inventar un nuevo Yahoo! que los lleve al estrellato.”
- ¿Todo vale?: “Esta mañana he recibido indicaciones claras y precisas por parte de la dirección del partido de atacar la vía del miedo. Desde luego, esta es una estrategia que siempre tenemos presente. Sólo hace falta ver el eslogan. Pero las órdenes han sido más que precisas: “entra a yugular”. Es un poco tarde para estas cosas. No analizaré ahora lo cagados que están arriba —que lo están— sino lo delicado de entrar en determinados basureros. Sacar la basura a la calle para meterla en el contenedor que no le corresponde siempre comporta el riesgo de encontrarte a un vecino que te vea. Lo importante es hacer que otro la baje. Es evidente que no me quedan alternativas, si a medio plazo me quiero salir con la mía. Entraremos a trapo, pero habrá que calcular con precisión la onda expansiva. (…) Las normas sagradas 7 y 8 de una campaña rezan: “no responder nunca a un ataque” y “saber utilizar las preguntas”. Cuando respondes a un dardo, juegas en campo contrario; cuando lanzas un interrogante, obligas a contestar.(…) La guerra se produce en la confusión.”
- Tipos de campañas electorales: “Me han preguntado muchas veces cuáles son las tipologías básicas de una campaña electoral. Yo tengo mi propio catálogo: lágrimas, parodia, musical, ficción, animación, catástrofe, mano dura, patria y cambio. Hay más, pero todas se pueden concentrar en estas. Os preguntaréis qué tendrán en común estas categorías, puesto que unas son conceptos y otras formatos narrativos: son dos caras de la misma moneda. Además, es que, a no ser que el candidato sea un comunicador nato, nunca hay que dejarlo solo en el spot. (…) Seguramente estaréis pensando que dónde están los grandes temas de una campaña: la economía, la educación, los servicios sociales, la sanidad. La respuesta es de una sencillez implacable: en ninguna parte. ¿Habéis visto a algún candidato entrar a fondo en estas cosas? Han aprendido que lo mejor es no mojarse en campaña.
Más info:
http://www.cubaencuentro.com/cultura/articulos/la-politica-como-videoarte-96726
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